Ponente
Descripción
En esta comunicación propongo reflexionar sobre el rol de los lingüistas como agentes planificadores, teniendo en cuenta el contexto histórico y político-lingüístico uruguayo, con particular atención a la situación lingüística fronteriza. Para ello, tomo como referencia los paradigmas de ética, defensa y empoderamiento en la investigación lingüística (Cameron et al. (1993).
El Estado es el agente planificador por excelencia, pero también puede haber acciones político-lingüísticas llevadas adelante por movimientos y actores sociales en el ámbito comunitario. Los propios lingüistas pueden actuar como agentes planificadores, a través de sus actividades de investigación, enseñanza, extensión, gestión, asesoramiento y formación de recursos humanos.
Uruguay comenzó a planificarse lingüísticamente a fines del siglo XIX. La Ley de Educación Común (1877) estableció que en todas las escuelas públicas del país la educación debía impartirse en el idioma nacional (español). Las lenguas migratorias y el portugués fronterizo se consideraron incompatibles con la construcción de una identidad nacional homogénea e hispanohablante. Con el tiempo y como resultado de esta política, los inmigrantes fueron abandonando sus lenguas migratorias en favor del español. Sin embargo, en las localidades fronterizas con Brasil, el español no pudo desplazar totalmente al dialecto portugués, que siguió usándose a pesar de la política estatal que apuntaba a su represión y estigmatización.
La política lingüística nacionalista y monoglósica del Estado uruguayo experimentó algunos cambios hacia fines del siglo pasado. Con el Tratado del Mercosur (1991), Uruguay se comprometió a incluir la enseñanza de portugués en el sistema educativo público. Por otra parte, la política de reconocimiento de la diversidad, en contexto de globalización, favoreció el surgimiento de acciones comunitarias de reivindicación del portuñol, como la propuesta para su patrimonialización y una mayor difusión de literatura en esta variedad lingüística,
Paralelamente a las políticas de negación o de reconocimiento del portugués, según las circunstancias, los lingüistas de la Udelar siguieron investigando la situación lingüística fronteriza, en estrecho contacto con la comunidad.
Los trabajos precursores de José Pedro Rona y de Adolfo Elizaincín cumplieron con una condición ética básica inicial: descubrir, describir e interpretar correctamente la naturaleza del objeto de estudio (Rona 1965; Elizaincín 1973). Contradiciendo la historia oficial de un Uruguay monolingüe de español, mostraron la vitalidad del portugués en buena parte del norte del país, destacaron su presencia desde la colonización y explicaron el origen del contacto portugués-español como resultado de la política lingüística estatal de españolización. Años después, la publicación del libro “Nos falemo brasilero. Dialectos portugueses en Uruguay” (Elizaincín, Behares y Barrios 1987) fue un aporte para demostrar que estos dialectos podían ser descritos sistemáticamente como cualquier otra variedad lingüística.
Dando un paso más, en defensa de la comunidad estudiada, Elizaincín (1973) cuestionó la política lingüística y educativa contra el portugués, que había generado actitudes estigmatizantes hacia el dialecto y había impactado negativamente en el rendimiento escolar de los niños que lo tenían como lengua materna.
Por sus propias características, la investigación sociolingüística requería un trabajo estrecho con la comunidad. Se establecieron vínculos con docentes y otros actores sociales de la región, a través de proyectos de investigación y programas de posgrado que permitieron intercambiar conocimientos, experiencias y propuestas para una planificación lingüística y educativa acorde a la región. A la investigación sobre y para la comunidad (paradigmas de ética y defensa, respectivamente), se agregó la investigación con la comunidad (paradigma de empoderamiento). Como ejemplos de esto último, podemos mencionar la formación de investigadores a través de la maestría en Estudios Fronterizos (FHCE, 1998), el diploma de especialización “Lenguaje, educación y sociedad en áreas de frontera” (FHCE, 1999-2002, con sede en el Centro Universitario de Rivera) y el proyecto “Situación sociolingüística de la frontera uruguayo-brasileña: aportes para una propuesta de planificación lingüística” (FHCE, CSIC, 2002), en el que participaron alumnos del diploma antes mencionado. Desde 2015, un objetivo importante del PDU “Núcleo de estudios interdisciplinarios de sociedad, educación y lenguaje en zona de frontera” (CUR) ha sido la formación de recursos humanos asentados en la región.
Con el tiempo, la investigación lingüística y la colaboración con actores sociales de la región sentaron algunas bases interesantes para repensar el lugar del portugués en la educación, pero también para oficiar como referencia académica de algunas acciones comunitarias en torno al portuñol.
Aun así, somos conscientes de que esta labor académica, que lleva más de sesenta años, pudo tener algún impacto en la instrumentación de políticas lingüísticas más acordes con lo investigado y recomendado por los lingüistas, recién cuando el contexto histórico nacional, regional y global lo permitió. Y que todavía queda mucho camino por recorrer, para revertir las representaciones negativas que aún persisten sobre los hablantes de determinadas variedades lingüísticas no estándares en general y sobre el portuñol en particular.
Referencias bibliográficas
Cameron, Deborah/ Frazer, Elizabeth/ Harvey, Penelope/ Rampton, Ben/ Richardson, Kay (1993). Ethics, advocacy and empowerment: issues of method in researching language. Language & Communication, v. 13, n. 2, 81-94.
Elizaincín, Adolfo (1973). Algunos aspectos de la sociolingüística del dialecto fronterizo. Montevideo: Facultad de Humanidades y Ciencias.
Elizaincín, Adolfo/ Behares, Luis E./ Barrios, Graciela (1987). Nos falemo brasilero. Dialectos portugueses en Uruguay. Montevideo: Amesur.
Rona, José Pedro (1965). El dialecto “fronterizo” del Norte del Uruguay. Montevideo: Adolfo Linardi.